Rafael Nadal estará, como casi todos los domingos, en una final. Jugará por el título de Roland Garros, el ‘Grand Slam’ que tiene repetido diez veces en su palmarés y por el que la organización le otorgó la pasada campaña una copia a tamaño real de la Copa de los Mosqueteros.

El campeón de 16 grandes se congratulaba de ello. Sus efectos se multiplican cuando eso pasa y su bola bota más alta. Aunque delante estaba un gigante de 1.98 metros. Nadie había ganado a Nadal en París después de que éste se apuntara el primer asalto. Sus cifras impresionan a cualquiera: 85 partidos ganados por dos perdidos.

Cada vez que el balear lograba mover de lado a lado a su adversario llegaba una caña por su parte.

El termómetro del tenis de Rafael suele medirse en su acierto con el segundo saque. Sumaba un 63 por ciento de efectividad al empezar la segunda manga.